Sadako Sasaki fue una joven que vivió cerca del
puente Misasa en Hiroshima (Japón). El 6 de Agosto de 1945,
cuando Sadako tenía tan solo dos años, Estados Unidos hizo estallar dos bombas atómicas sobre la población civil. Sadako creció como una niña fuerte, atlética y con mucha energía.
Un día nueve años después, mientras corría, empezó a sentirse mal y cayó al
suelo. Posteriormente fue diagnosticada con
leucemia, conocida como «enfermedad de la bomba A».
leucemia, conocida como «enfermedad de la bomba A».
tenía la esperanza de que los dioses le concedieran el deseo de volver a correr de nuevo. Al poco tiempo de empezar su tarea conoció a un niño al que le quedaba muy poco tiempo de vida por la misma causa, la leucemia y le animó a que hiciera lo mismo que ella con las grullas pero el niño respondió: «Sé que moriré esta noche».
Sadako pensó que no sería justo pedir
la curación sólo para ella, y pidió que el esfuerzo que iba a hacer sirviera
para traer la paz y la curación a todas las víctimas del mundo.
Con el papel de los botes medicinales y
otros que iba encontrando llegó a completar 644 grullas de papel. El avance de
la enfermedad impidió que acabase de realizar la tarea, muriendo el 25 de octubre de 1955 a los 12 años de edad (tras
14 meses de ingreso en el hospital). Sus compañeros de escuela, después de
su fallecimiento, llegaron a completar las mil grullas.
«Este es nuestro grito, esta es nuestra
plegaria: paz en el mundo».
La historia fue tan impactante que trascendió los
límites de Japón, convirtiéndose en un referente mundial de los movimientos
pacifistas.